No importa qué tan fuerte los golpees, los FRX nunca son demasiado ruidosos para los micrófonos en el escenario o la multitud en la sala. Si constantemente te piden que pegues más suave, los FRX pueden ser para vos. No son platillos de práctica, son de Bronce B20 y suenan INCREÍBLE.
Los crashes FRX ofrecen una respuesta rápida y una sensación excepcionalmente suave en todos los tamaños. El ataque cálido y brillante nunca interfiere y siempre encaja perfectamente en la mezcla. Los FRX brindan a los bateristas la libertad de tocar sin contenerse, especialmente en volumen más bajo.